Ver el amor de otra pareja es una experiencia impactante. Expanden sus propios límites, contagian su sensualidad, aprenden nuevas técnicas.
El servicio lésbico es por tanto uno de los más sensuales. En él, un hombre o una mujer solicita dos escorts bisexuales para disfrutar de la relación erótica entre ellos, y participar (o no).
Dos mujeres bisexuales
Ocurre íntegramente entre dos mujeres en un servicio lésbico. Se acarician con sabiduría, se masajean, se besan en el sexo y juegan hábilmente con sus dedos. Incorporan juguetes sexuales que suben el tono del momento como dildos y dildos, sofisticadas bolas chinas o un arnés sexual para la penetración. En caso de que no lo hagas.
Suelen empezar con una ducha erótica y pueden llevar, si lo deseas, algún disfraz o algún juego preparado para hacer más excitante la situación.
Cuando te unes a ellos, el juego cambia. Las caricias aparecen a cuatro manos, besos apasionados por todo el cuerpo, dando y recibiendo al mismo tiempo. Un trío excitante en el que deja de ser hombre o mujer para ser puro sexo.